Un nuevo estudio realizado con la ayuda de inteligencia artificial (IA) ha demostrado que las ratas también poseen una variedad de expresiones faciales diferentes que revelan sus verdaderas emociones, dando pistas sobre cómo surgen las respuestas emocionales en el cerebro humano.
Los científicos del Instituto Max Planck de Neurociencia en Alemania descubrieron este interesante hecho grabando vídeos de los rostros de ratones de laboratorio mientras experimentaban diversos estímulos, desde olores hasta el sabor dulce de la comida y suaves descargas eléctricas. Luego, estos videos fueron analizados mediante un algoritmo de aprendizaje automático que fue entrenado minuciosamente en la estructura facial del roedor, así como en diferentes conceptos emocionales.
Las conclusiones de la IA muestran que los músculos faciales del ratón tendrán cambios extremadamente sutiles que no podemos reconocer fácilmente a simple vista, correspondientes a las emociones que experimentan en tiempo real. Por ejemplo, cuando los ratones sienten dolor, hinchan ligeramente las mejillas y sus orejas se aplanan e inclinan hacia atrás. Cuando se sienta cómodo, empujará ligeramente la mandíbula y las orejas hacia adelante, acercando ligeramente la nariz hacia la boca.

Algunas expresiones del ratón.
Además, el algoritmo de IA también reveló que las expresiones de los ratones cambiarían dependiendo de cómo se sintieran antes de recibir los estímulos. Por ejemplo, cuando a una rata sedienta se le dio agua azucarada, su rostro expresó más alegría de lo habitual.
A partir de estas conclusiones, los investigadores investigaron luego qué células cerebrales eran responsables de activar cada respuesta específica a través de una técnica llamada optogenética, que utiliza la luz para estimular las neuronas. Descubrieron que al apuntar a las neuronas responsables de diferentes emociones, las expresiones faciales del animal cambiaban en consecuencia.
La idea de que las expresiones faciales revelan cómo el cerebro procesa las emociones no es nueva. En 1872, el famoso naturalista Charles Darwin propuso que los humanos y los animales comunican sus emociones mediante expresiones similares. La aparición de la IA ayudará a aclarar gradualmente este punto de vista al poner la teoría a prueba en la práctica.
Los investigadores creen que su comprensión de cómo las neuronas activan las respuestas faciales en ratones también nos ayudará a explorar cómo el cerebro humano procesa los trastornos de ansiedad y la depresión. En última instancia, puede ayudar a demostrar si la opinión de Darwin es correcta o no.